Los meridianos o canales no se ven ni se palpan, pero sí podemos ver sus manifestaciones de bloqueo/enfermedad (tensión, enrojecimiento, eczema…). Mediante la acupuntura podemos regular los meridianos, tonificando o dispersando. Ver Técnicas de tonificación y dispersión.
Los meridianos son como los troncos de un árbol: rectos, amplios y profundos. Y son internos porque conectan con los órganos. El órgano sería la raíz de este árbol.
Los vasos luo son más pequeños que los meridianos. Los luo son más superficiales y transversales. Son como las ramas que salen de los meridianos. Los luo también son puntos. De cada punto luo parten dos ramas: una es la rama transversal, que conecta con el meridiano principal acoplado en relación Biao-Li (por ejemplo el luo de Pulmón conecta con Intestino Grueso). La otra es la rama longitudinal, que tiene un recorrido propio que expande el alcance del meridiano principal. Gracias a estas conexiones, cada Zang Fu tiene un meridiano y todo el cuerpo está interconectado y nutrido por Qi Xue.
¿Cómo se descubrieron los meridianos? Primero se descubrieron los puntos y cómo éstos mejoraban los síntomas. Con la práctica, se fueron precisando localización, indicaciones y se les puso nombres según los efectos que se observaban. Se fueron descubriendo más puntos y la sensación de Qi, de corriente eléctrica, y se relacionaron.
Los meridianos conservan la salud. Son muy importantes para la defensa del cuerpo. Si pierden su equilibrio, pierden la función de defensa.
Las energías patógenas externas atacan siguiendo este orden:
Si el origen de la enfermedad está en el interior, en la disfunción de un órgano, el orden es inverso: el órgano interno enfermo afecta al meridiano, luego al luo y la enfermedad se manifiesta en la superficie.
Como vemos los meridianos sirven de transmisión de la enfermedad (interior/exterior) y para ver su evolución. Los luo pueden servir de diagnóstico y de tratamiento. Gracias a la manifestación en los meridianos se puede saber qué órgano está afectado. Ejemplos: