La palpación del pulso necesita de un lugar tranquilo. La respiración del terapeuta debe ser regular, para poder valorar la velocidad del pulso correctamente. El brazo del paciente (sentado o tumbado) a la altura del corazón. Debajo de la muñeca se puede poner un cojín para que la mano quede extendida y relajada.
Lo medimos en la arteria radial, utilizando los dedos índice, corazón y anular. Usando como referencia el meridiano de pulmón, aproximadamente en los puntos 9, 8 y 7 P.
Hay tres niveles de profundidad:
Los primeros aspectos a sentir en el pulso es si a nivel global:
Esto te da una primera impresión sobre si estás enfrentándote a un caso de plenitud o insuficiencia, calor o frío, Yang o Yin.
Luego, pasamos a inspeccionar cada una de las posiciones de los dedos, relacionada con los Zang Fu.
Ver: Topografía del pulso